Santuario Laguna El Peral celebra 47 años con notoria recuperación de su cuerpo de agua
Pimpollos, blanquillos, taguas y patos, entre otras especies de aves acuáticas y ribereñas, volvieron a poblar el Santuario de la Naturaleza Laguna El Peral, de El Tabo, tras los últimos sistemas frontales.
Este atractivo escenario natural recorrieron vecinos de los sectores Palo Verde y Las Cruces, principalmente personas mayores, bajo la orientación de funcionarios de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), en el marco del cuadragésimo séptimo aniversario del entorno protegido, que se celebra oficialmente este domingo 31 de julio.
«Este santuario de la naturaleza, emplazado en plena área urbana, ha sufrido con el cambio climático y la escasez de lluvias. En febrero de este año, no teníamos agua. Pero, afortunadamente, con las últimas precipitaciones, se ha podido recuperar hasta un 40 por ciento de su capacidad», afirmó el director regional de la institución forestal, Luis Correa.
Asimismo, manifestó que «Conaf administra este lugar y pone todas las condiciones para que sea más acogedor y accesible. De hecho, tenemos senderos inclusivos, que están habilitados para que todas las personas puedan venir y disfrutar de este hermoso humedal urbano, abrigo de muchas aves migratorias y de la zona».
Por su parte, la residente de Palo Verde, Oriana Salazar, tras recorrer las 25 hectáreas del santuario de la naturaleza, resaltó que «vinimos con los vecinos a saludar y felicitar al personal guardaparques, en el aniversario de este lugar maravilloso. Yo no lo conocía, estando tan cerca. Me sorprende la variedad que hay de aves, para un espacio que es pequeño. Maravillada también de lo lindo que está, gracias a la lluvia que hubo hace poco».
Detalló que «los senderos están súper bien delimitados; la información está en todas partes, para ver qué arbolito y qué ave se puede encontrar. Este lugar está muy bien cuidado y muy bien diseñado para gente mayor, con ‘asientitos´, para poder descansar y hacer una caminata agradable».
En tanto, el administrador y guardaparques del recinto, Ignacio Miranda, sostuvo que «el santuario es un espacio donde las personas se pueden encontrar con la naturaleza. Podemos disfrutar de una gran diversidad de aves, las cuales se pueden observar en el trayecto que uno realiza por los diferentes senderos y miradores. De ellas podemos mencionar a los cisnes de cuello negro, los cisnes coscoroba y varios tipos de patos».
Añadió que «hemos tenido unas lluvias bastante buenas, lo cual ha permitido que especies que en algún momento se retiraron de esta laguna al secarse, estén regresando paulatinamente».
Historia
La laguna El Peral adquirió la condición de santuario de la naturaleza el 31 de julio de 1975, mediante el Decreto Supremo 631, del Ministerio de Educación, siendo administrada por Conaf desde el año 1985.
El espacio es importante para la ornitología, ya que en él convergen más de 106 especies de aves, tanto migratorias como residentes. Además, ostenta un valioso patrimonio histórico. En sus límites se han descubierto cerámicas y pinturas de las culturas prehispánicas Llolleo, Aconcagua y Bato.
Actualmente, el entorno protegido posee el 90 por ciento de su infraestructura habilitada para el desplazamiento de personas mayores o con movilidad reducida, que transitan en sillas de ruedas o con bastones.
Cabe consignar que el santuario de la naturaleza funciona con entrada liberada, de martes a domingo, en dos horarios: de 9.00 a 12.00 y de 14.00 a 16.00. En el lugar está prohibido el uso del fuego, fumar, beber alcohol y emitir ruidos molestos que puedan perturbar a la avifauna.